También estoy indignada; tantos hijos universitarios con sus estudios estancados, becas perdidas, los sacrificios de los padres sin beneficio, sueños de prosperar en duda; todo quedó en nada!?
Un paro de tantos meses; ¿Cómo es posible? ¿Y la incertidumbre? ¿Esos discursos de odio? No se respeta el orden. No se respeta la policía. ¿Adónde vamos a llegar?
Digamos NO a la invasión de corrientes ideologizadas, financiadas por el extranjero; y que sólo quieren provocar el desorden y más subdesarrollo para ganar una revolución obsoleta donde finalmente todos vamos a perder.
¡Rechacemos los discursos de odio! ¡Rechacemos los insultos!
Arreglemos nuestros problemas con cordura y confiemos en nuestras instituciones democráticas y en sus actores e intervengamos activamente dentro de la institucionalidad.
Queremos estudiar, trabajar y progresar en paz, sin tener que temer por nuestro bienestar y la vida.
Martina Held